Recuerdos Poem by J. Rosa Marrero Toledo

Hoy estoy de paseo
Por mi querido barrio...

Observo con nostalgia...

Y con amplia mirada,
Recorro lentamente,
El lugar que amé tanto
En mis años de infancia...

Me invaden los recuerdos...

¿Qué pasó al portón
de hierro y hormigón
(Diseño de mi padre)
Con un libro al tope,
Protegiendo la estancia?

Inútilmente busco
Aquel inmenso prado
Tan lleno de recuerdos,
Y mi querida casa.

¿Dónde está el batey
Sembrado de alegrías
En el que jugábamos
Y nuestros amigos,
La gallinita ciega,
San Serení, y Doña Ana?

Mi vista recorre
A lo lejos la montaña,
Por la que me deslizaba
Sobre las rústicas
y resbalosas yaguas.

¿Qué fue de los misterios
De las cuevas del monte?
¿Y el prohibido alambique
De la hoya,
Escondido entre malezas y cañas?

No se oye el ruido sordo
De las piedras,
Bajando el profundo
Y obscuro sumidero...

¿Y la solitaria casa
Al final de los montes?
¡Cómo nos asustaba
Por creerla embrujada!

Se acabaron los frutos de aquél
Mi hermoso huerto,
Con las dulces papayas,
Las Toronjas rosadas,
Y las sabrosas parchas...

No está mi fiel perrito Duque,
Ni mi traviesa gata Susana.

No está mi vaca Pinta,
Con sus nobles ojazos
¡Que tanto me agradaban!

¿Y aquellos pavos reales
Paseándose orondos,
Luciendo, orgullosos,
Su precioso plumaje
Recorriendo la granja?

¿Y el pequeño estanque
Con los alegres patos
Sumergiendo
Sus graciosos cuerpecitos
Bajo el agua?

¿Y el alto Palomar
Con sus palomas blancas?

¿Y mi antigua casa de madera,
Con su amplio mirador,
Y el techo de cuatro aguas?

¡Al que yo me subía
A disfrutar mis libros
A escribir mis versos
Y mis primeras cartas!

¡No están ya sus aljibes!
No existe ya mi casa,
Ni su inmenso balcón,
Ni el fresco mirador,
Ni su amplia sala,
Ni la música de granizos
Sobre su ondulado techo
De paneles de zinc...

Y el refrescante chorro
De aquellos aguaceros
En los que me bañaba...

¿Y el jardín de mi madre,
Con sus lirios, rosas, azucenas,
Astromelias y acacias?

¡Y aquellas garzas blancas
Que siempre
Lo adornaban!

¿Y el viejo guaraguao
Que robaba mis pollos?
¿Y el amplio gallinero?
¿Y el rancho de la vaca?

¿Y el árbol de caimitos,
El de jobos, mameyes, corazones,
Y las ricas granadas?

¿Y Doña María,
La ancianita vecina,
Con su humilde casa,
Sus sobos, sus remedios,
Su fogón ceniciento,
Y su tristeza larga?
¡Aquella mujer Santa!

No está la enredadera
De flores de picuala,
Con la que confeccionaba
Mis collares rosados,
Con flores enlazadas...

¿Y las pascuas rojísimas
Que cada Navidad
Encendían el balcón
De mi hermosa casa?

¿Y el árbol de escambrón?
El que yo decoraba
Con lindas campanitas
Azules, rojas y doradas.

¿Y la tienda de dulces
De Don Pedro?
¿Y la gran verja de mayas
De la extensa guardarraya?

Ohh! Si pudiera yo volver
A aquellas noches diáfanas,
De mi juventud e infancia,
Y desde aquel mirador
De mi amada casa,
Escuchar de nuevo
La tenue melodía
De aquel tímido búho
Escondido en la palma...

¡Y que alguien,
Otra vez me contara,
Aquellos bellos cuentos
De las mágicas Hadas!

El tiempo...!
Cuán cruel es el tiempo,
Que todo lo arrebata! .....