Hoy, quisiera engarzar a tus tersos oídos
dos sencillos sonidos en su lábil tremor
Si alcanzara el umbral de tu interno silencio
Con un hálito tierno de agua fresca y de sol!
Voy a retenerte aquí,
no dejes sólo tu sombra
a que muerda mi oreja
los veintitreses de abril
Cuando vuelva a acercarme tibieza en tus piernas
Cuando al alba te duermas y me dejes callar
Deshaciendo en rocío tu gentil desespero
Cuando vuelva este necio a convertirse en canción
Voy a retenerte aquí,
no dejes sólo tu sombra
que me bese las piernas
los veintitreses de abril
Cuando a fin te despoje de tu falda de miedos
volverá mi saliva, mi savia a tener voz
Si corrí un maratón, si jadeante
del acerbo arrecife de la muerte llegué
vine a verte, ¿dónde estás?
no dejes sólo tu sombra
que me muerda la lengua
los veintitreses de abril
Si pudiera anidar al borde de un 'te quiero'
tu sonrisa en su vuelo y condensarla en calor
hallaría sentido a los tendones que tengo
colgados al futuro, aguardando...
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