A veces caigo
en un lago
y me ahogo
pero no me ahogo con agua,
me ahogo con tus recuerdos,
que no me canso de verlos
que no me canso de adorarlos
y apreciarlos,
sé que tú sientes lo mismo,
que sientes ese sentimiento,
de no querer dejar de ver el rostro
del otro,
porque es tu felicidad,
y tú eres mi felicidad.
Tanto deseo tenerte todos los días
porque sé que los mejorarías,
porque sé lo tanto que ansias
estar a mi lado al igual que tú,
hasta he llegado a desear besar
tus labios.
Cuándo todo se vuelva oscuro,
quiero que de entre las sombras
tus manos salgan de ellas,
y tomen mi mano,
y pueda ver qué tú eres mi luz,
y quiero que me guíes
el resto mi vida.
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