Hace cuarenta años he venido a esta tierra;
para mí una luna de miel pero
en su patria habia un luz de luna artificial
donde el sol no se levantó.
La luz en el cielo era una luz vieja
que se sintió como un nubarrón,
que quema lentamente.
Fue sin embargo un reflector,
un haz potente
que brilló en la vida del campesino
y su hijos a quienes les grité
'buenos días' mientras trabajan
en los campos pedregosos e interminables.
Ahora he vuelto y todo es diferente.
Cada día el sol brilla en los camareros,
las barras y las tiendas, los guías de turismos.
Y usted, usted eres luciente también
para aquellos que miran
para aquellos que ven.
Las sombras giran en círculo completo.
En los campos se encuentra el Hotel Eden;
el cartel luminoso, amarillo e ictérico,
se ilumina con aire de suficienca,
con falsa promesa, mira hacia abajo
a la ciudad y sus hijos
a medida que se vuelve oscuro.
This poem has not been translated into any other language yet.
I would like to translate this poem
los guías de turista. Y usted, usted es luciente también