Quiero cantarle a la vida como un ruiseñor le canta al amor, que mi canto llegue al corazón de mi media naranja y como el picaflor, beber de su néctar, pretendo las notas de mi canto sean un himno que rime, marcando el paso tamborilero de su corazón.
Deseo susurrar tu nombre cada mañana y que me escuches desde tu cama, ambiciono sentir las andariegas cosquillas caminando por mi piel, igual que la marcha de un ejército de hormigas y que me ponga la carne de gallina al escucharte en la brisa que me arrulla.
Voy caminando por la vida pleno de felicidad, aspiro seguir cantando hasta llegar a la cúspide que toca tu alma, quizás juntos, en la cima del olivo, sentiremos nuestros cuerpos fundirse en uno solo, ahí, en ese momento nos abrazarán sonrisas.
Ambiciono que flameen los tules de tu sonrisa al salir y ocultarse el sol en el clímax del orgasmo, en el horizonte donde el mar y la luna serán testigos de nuestros furtivos encuentros, respirar el perfume de cada flor en el sendero de orquídeas y en el jardín de nuestra eterna vida.
This poem has not been translated into any other language yet.
I would like to translate this poem