Por voluntad de dioses griegos murió Sócrates,
en Mesoamerica otro hombre de dios
con un puñal de obsidiana le hubiera abierto el pecho
para luego mostrar a la multitud su corazón.
Pensar puede llevar al cadalso,
el cerrojo de la vida social es inviolable.
Las cabezas pensantes son granadas abiertas
sus granos rojos caen sobre una tierra feroz.
Salve sea la vida enrejada que logra escapar
hacia el único cielo a escala humana
que profana ideas y las hace volar en libertad.
El pensamiento es pan de un antiguo trigal
que se incendia de pronto tocado por el rayo
de los seres humanos que enseñan a vivir.
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