Añoranza Poem by Samuel Santana

Añoranza

Una mañana mi hermano mayor llegó en un pequeño vehículo a nuestra casa.
Yo vivía con mis padres, ya en edad muy avanzada, en un viejo rancho a orillas de un camino polvoriento.
Dentro del aparato metió la humilde ropa y arrancó con nosotros rumbo a la capital.
Por más de cuatro años estuvimos viviendo con su esposa y sus tres hijas.
Pero mis padres empezaron a sentirse incomodos con el bullicio de las gentes y con las luces encendidas tarde en la noche.
Sobre todo, extrañaban su campo con las gallinas, los cerdos y los naranjos.
Así que decidieron regresar.
Aunque yo estaba en la escuela, se resistieron a partir dejándome.
Para mí fue una pesadilla verme otra vez entre los montes trabajando con sudorosos obreros y, sobre todo, sin ninguna esperanza de volver a ver un libro.
Entonces, cuando llegaban las noches yo me paraba en la calzada del rancho y miraba siempre en dirección a la capital.
Mi vida era un sólo sueño:
Volver a ver algún día a los muchachos de la escuela.