El hombre que yo soy nadie lo ve.
Un bosque de rostros me persigue
para inventar el cuento de mi vida.
Vivo desde siempre
en la imagen de quien me mira.
Estoy en la abstracción de todos,
y también desconozco el ser real de la gente;
tuve padre y madre según mi creación,
y he cubierto mis amores y odios
con los disfraces de mi pensamiento.
Quizás mi verdadero yo
es la ficción que simula vivir
en el horizonte cuadrado de mis líneas.
¿Quien puede romper esta bóveda blanca
que nos encierra en el imaginario de todos?
La verdad de cada uno
está oculta en los ojos de Medusa.
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