Desafíos Poem by Samuel Santana

Hay un momento en el que
uno siente que la vida
cambia radicalmente,
que las cosas ya no son
las mismas y que no seguirán
siendo iguales que antes.
Esto puede ocurrir de manera
negativa o positiva.
La primera se produciría con
un fuerte accidente de tránsito,
el despido en el puesto de trabajo,
un divorcio,
un diagnostico fatal o la
muerte de un ser querido.
En la parte positiva podría tratarse
de una boda,
un viaje lejano,
sacarse un premio millonario,
comprar una casa,
la llegada de un hijo
o el traslado a otro país.
Pero tanto en una situación
como en otra,
lo cierto es que todos los
cambios tienen algo de bueno.
Lo peor en la vida es pasarse
el tiempo mirando por la
misma ventana,
hablando con las mismas gentes,
caminando por las mismas
calles y oliendo el mismo
aroma de flores.
Nunca cae mal bañarse
en un nuevo río,
caminar por valles misteriosos,
tratar con un extraño,
probar una exótica fruta
o estar bajo un cielo distinto
al que siempre nos ha mojado.
Con los nuevos desafíos surge
fresca adrenalina
y con cada eventualidad,
de igual modo,
aprendemos a ser mucho
más fuertes.