ya viene el horizonte
puedo escuchar su luz
que tropieza con todo
y me deja la piel con sabor a jengibre
ya se deja empuñar
la z materna del río Ohio
sus fábricas de noche electoral
sus almacenes de desasosiego
ya las casas en mí
como remaches sobre el fuselaje
de un avión en el iris de un tornado
y el descenso hacia ti
sonrisa izquierda
y el abrigo que me empieza a extrañar
This poem has not been translated into any other language yet.
I would like to translate this poem