Me acabo de beber un añejo amber,
ardiente con nostalgia fósil,
apeado con paridad deseo un hijo,
cicatrizado de un vientre fértil.
Serás esa mujer de ideología campestre,
Cuya madre inculcó con dominio juicioso,
A perdonar la inmadurez del sabio vesánico,
Y alabar el canto acendrado de la niñez.
Hoy por hoy seré la ofuscación de vuestra razón,
Seré la ambigüedad de la claridad,
el olfato naufragado de la ceguera,
Y al fin los ojos cálidos del corazón.
Basta mujer no me hagas llorar,
no me hagas clamar,
no me hagas soñar con ansia,
del edredón que deambula tu silueta.
Deseo levantar el telón maléfico que bruma la bondad,
ver tus pechos rosados fermentar,
amargos verdes sin néctar,
debajo de un yunque cielo atardecer.
This poem has not been translated into any other language yet.
I would like to translate this poem