La equidad es la consciente objetividad
En apreciar el talento de cada uno;
Es sancionar, sin favor ni miedo,
Evitando siempre la subjetividad.
¿Deberíamos sonreír o más bien llorar,
Si los ciegos y los mudos mandan
Y los videntes y los oyentes ejecutan,
Y eso por razones de juticia social?
Deberíamos estar contentos o amargos,
Si algunas irracionales leyes o textos,
Acuerdan a unos sin temor las ventajas
Que a otros quedan siempre negadas?
Premiar a la paloma y al halcón
Con el mismo honor o consideración,
Es humillar la verdadera equidad,
O castigar la virtud y alabar la maldad.