El Kiosco es tan duro como
la intemperie.
Por lo tanto enciendo la
fotocopiadora, su luz apaga
toda la frialdad del local.
Por momentos me ciega.
(Como las luces de los autos
que doblan la esquina.)
Mezclo una fanta y una quilmes.
A nadie escucho:
recuerdo la primera vez que te
besé, el verano pasado, cerca
de una pastizal donde reinaban
todos los grillos.
This poem has not been translated into any other language yet.
I would like to translate this poem