Libertad, por fin, libertad del dolor, el sufrimiento, el miedo. Dolor por lastimar, dolor por que le mientan, dolor por no tener la talla 2.
¡Estoy libre del odio! Estoy libre de las lágrimas derramadas todas las noches en mi cama. No más estar sentado en la bañera y llorar porque ahora estoy durmiendo para siempre.
Mis últimos momentos fueron calmantes y la gente podría llamarme egoísta, pero hice lo que pude para dejar este mundo que describiría como infernal.
Algunos pueden estar tristes, otros pueden estar enojados y algunas personas pueden estar contentas.
¿Que es eso? ¿Es esa la luz que se supone que debo ver, finalmente un dulce alivio?
Gritar es todo lo que escucho mientras las luces destellan más brillantes y mi alma se detiene de ser llevada más lejos.
Cuarto blanco, ropa blanca es este el cielo? No, el cielo no porque todavía siento el dolor que sentía antes.
¿Por qué tenían que encontrarme? ¿Por qué tenían que salvarme? Valía la pena salvarme, no lo sé. Pero supongo que es la forma en que Dios me dice que no es mi momento de irme...
-Hija poética