¿Exactamente a qué hora
vino la muerte a buscarme?
Mis días se fueron junto
al pájaro que no regresó.
Solo queda,
como agua almacenada
en piedras,
mi voz y mi eco entre
corredores subterráneos.
Ya no sé por dónde
andan mis ojos,
mis brazos,
mis pies y mis uñas.
¿Me habré fundido
con el mar, las estrellas,
el sol, los árboles, la nada?
Amigo, saca la cuenta
de mis días para ver cuántas
veces respiré, amé, odié,
comí, dormí, hablé…
Aquí te espero.
Necesito saberlo.
This poem has not been translated into any other language yet.
I would like to translate this poem